EL rossinyol

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jueves, 10 de junio de 2010



DE LA GUERRA CONTRA EL NARCO…


La función de un ejército es combatir al enemigo, someterlo con el menor número de bajas propias y, en el mejor de los casos, aniquilarlo. Es por eso que las guerras son cruentas y devastadoras, por la función militar que en ellas se ejerce, más allá de la nobleza o vileza del argumento político que las origine las guerras requieren el total sometimiento de los vencidos y la aniquilación de cualquier vestigio del sustento ideológico que dio origen a la disputa inicial, o por lo menos generar tanto miedo en el corazón de los vencidos que no les quede ninguna ambición de venganza.
Y ese es, me parece, el problema de la guerra contra el narco, no hay un disfraz ideológico para las causas económicas de la guerra, el motivo es simple y llanamente el dinero, la razón de la violencia es mantener una neurosis en el bando contrario y en los civiles no beligerantes, de tal modo que no quepa espacio para delinear estrategias a largo plazo, ambas partes buscan convertir a su contrario en un ente reactivo, acorralarlo hasta que sucumba por hambre y sed, hasta que ningún recurso le sea suficiente para tolerar el asedio.
Los hechos últimos de la guerra del gobierno federal contra una de las facciones más virulentas del crimen organizado, los zetas, surgidos de la propia guerra, conformados por la necesidad de los grupos del crimen organizado de tener un ejército para confrontar a su oponente ponen en evidencia la brutalidad del subyacente económico, así se dio la integración de un círculo vicioso donde entre más se atacaba al narco mayores eran sus necesidades de contrarrestar el ataque y mucho mayores sus ganancias en el comercio ilegítimo que practica.
Los “zetas” son el resultado de la militarización de un problema policiaco, de seguir la estrategia equivocada desde el origen y hasta el punto en que nos encontramos, donde los operativos del crimen organizado han dejado de ser de rompimiento, fundado en maniobras flexibles y destacamentos breves, es decir tácticas de guerrilla, y se han convertido en estrategias puras de confrontación, donde se pueden dar el lujo de movilizar tropas en operaciones de distracción para llevar a cabo ataques en frentes elegidos de antemano, conociendo, gracias a sus aparatos de inteligencia, la capacidad de respuesta del enemigo, lo que produce un desequilibrio notable en capacidad de acción, con la ventaja adicional de que el ejército del crimen organizado conserva varias de las características que distinguen a los cuerpos de guerrilleros: capacidad para confundirse entre la población civil, integración en células independientes, identificables, con objetivos fijos delimitados y con capacidad de auto sustentabilidad.
La integración de desertores del ejército mexicano y de varios ejércitos centroamericanos, sumados a los miembros de las fuerzas armadas norteamericanas que fueron contratados como “asesores” terminó de dar la configuración actual a esta guardia pretoriana de los amos del tráfico de la droga, y como los pretorianos de la antigua Roma terminaron por ser un poder en sí mismos, decidiendo la suerte de sus amos y del imperio.
Lo importante de identificar el tipo de lucha que se está peleando es definir las estrategias a utilizar, es evidente el fracaso de la confrontación directa, históricamente el enfrentamiento de fuerzas regulares con milicias altamente motivadas (y nadie podría decir que el dinero no es la más alta de las motivaciones, lejos de hipocresías ideológicas) ha resultado catastrófico para las primeras, desde la batalla de las Termópilas hasta los últimos fracasos norteamericanos en Irak. Sin embargo es innegable que una retirada absoluta para replantear la estrategia haría más daño aún en este momento, simplemente se debe reforzar la estrategia con un trabajo de inteligencia adecuado, que es el tipo de ruta que han seguido siempre los estados para hacer caer a los movimientos clandestinos, la inteligencia mexicana ha funcionado de manera impecable en diversos momentos de la historia, tomemos por referencia a los años de la “guerra sucia”, desde el movimiento ferrocarrilero hasta la caída de la URSS, donde la inteligencia daba mayores golpes a las finanzas y estructura de mando de las guerrillas que los soldados en la sierra, guardando las debidas proporciones y teniendo en cuenta que la labor de contraespionaje que requiere el trabajo de inteligencia en este momento es de un tipo mucho más complicado, esperemos que los encargados de diseñar las políticas de lucha contra el crimen organizado reivindiquen el camino, mientras tanto transcribo a continuación los enlaces a los sitios web de algunas compañías mexicanas especializadas en blindajes, por si acaso.
http://www.sniper.com.mx/?gclid=CI2a8s-mlqICFQlZiAodmQqZDw
http://www.tps.com.mx/?gclid=CKimlt2mlqICFSkYagod8y3cEA
http://www.engardemexico.com/
http://www.abaseguridad.com/

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